martes, 24 de febrero de 2009

IMAGEN Y PALABRAS

Aforismos como el que una imagen vale más que mil palabras se nos aparecen con frecuencia, sobre todo a los periodistas que usamos de la palabra escrita. Como pocas veces, tuve presente esa sentencia hace unas semanas, con motivo de una de esas escasas nevadas que de tarde en tarde visten de postal a mi ciudad, San Sebastián y ponen de los nervios a los donostiarras con necesidades de movilidad rodada.

Nieva y se pone de manifiesto la imprevisión y la situación de indefensión en la que quedan los ciudadanos, porque cuando se anuncian temporales y se adoptan medidas preventivas casi nunca suceden los fenómenos meteorológicos para los que se preparaba a la población. El temporal llega mientras Nerón toca complacido la lira.

Aquel día de enero había nevado intensamente y las zonas altas de la ciudad estaban impracticables. La imagen a la que me refiero era una fotografía de cuatro guardias municipales en fila india esparciendo sal. Bueno: el que iba en cabeza la echaba desde la pequeña bolsa que portaba; los otros tres eran los que la esparcían, con sus botas, a patadas.

Apareció en “El Diario Vasco” y pensé que ningún editorial hubiera explicado mejor al ciudadano la imprevisión a la que está expuesto por la incompetencia o la desidia de nuestros administradores en sus diferentes niveles.

Pongo por delante que aunque se trate de un tópico recurrente, no creo ni mucho ni poco en lo de la imagen y las palabras. Aunque en la mancheta de “La Gaceta del Norte” en la que trabajé a mediados de los 80 teníamos como lema “Una imagen con palabras vale más que mil palabras”, un juego del genio de Álvaro Gurrea.

Pero, qué le vamos a hacer, el aforismo ha vuelto hoy mientras leía “El País”, así que tendré que hacérmelo mirar. Era en la sección de Economía, una infografía con información de diferentes fuentes, que representa gráficamente la pérdida de valor bursátil de los grandes bancos. He tenido que pensar que una imagen con números vale más que mil palabras. No me ha quedado más remedio. Y tampoco mi genio da para más.



Lo sucedido con Citigroup es estremecedor: valía 188.317 millones de euros en junio de 2007 y su valor hoy es de 9.149 millones; lo sucedido con la mayoría de las entidades representadas en las esferas de la infografía es excitante. Dan ganas de adoptar (comprar sería vulgar) cualquiera, todos esos bancos.

Tonterías aparte, lo excepcional de la crisis económica y su afectación al sistema financiero y los mercados es impresionante. Lo del Citi, conmueve. Y en los Estados Unidos se habla de seminacionalizaciones, de las que tanto el propio Citi como el Bank of America podrían ser objeto.

Todo un símbolo del capitalismo está a punto de derrumbarse. 1989 empieza a quedar un poco lejos, pero no creo que fuera mayor la carga simbólica que hace 20 años representó la caída del muro de Berlín. Y tal vez tampoco las consecuencias fueran mayores que las que acabaremos por vivir, impredecibles a día de hoy.

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