sábado, 22 de febrero de 2014

OTRA VEZ, EL 23 F

Un día de estos, ETB emite un amplio documental acerca de los episodios del 23 de febrero de 1981, cuando se pretendió un golpe de estado contra la nueva sociedad que se abría paso por la senda de la democracia tras un interminable tránsito por la dictadura franquista.

Me invitaron a participar del documental para relatar mi experiencia de aquella jornada al frente del diario Egin, la referencia periodística en ese tiempo de lo que tal vez hoy se calificaría como “antisistema” y sobre la que ya escribí alrededor de otro 23 F, hace cuatro años.

Desconozco aún el resultado de la película, pero lo que tenía intención de decir ante las cámaras se resume en este breve relato que comparto en este blog. Y si alguien recuerda lo que antes conté, mis disculpas por las reiteraciones y las repeticiones, que las habrá.

Entre el 23 y 24 de febrero de 1981 se imprimieron tres ediciones consecutivas del diario Egin, que reflejaban la evolución de los acontecimientos alrededor del golpe de estado de Tejero y los movimientos colaterales. Fue la primera vez que algo así se hacía en la prensa de Euskadi. Creo que no ha vuelto a hacerse.

Yo era redactor jefe del periódico y aquel lunes 23, como cada lunes, asumía la responsabilidad redaccional de Egin. El director acostumbraba a librar ese día de la semana. Así había sido también en los dos lunes precedentes del mes de febrero: cuando el día 9 Euskadi se manifestaba por primera vez de forma masiva contra ETA por el asesinato del ingeniero jefe de Lemoniz, José María Ryan; cuando el día 16 Euskadi volvía a las calles en protesta por la muerte a consecuencia de las torturas infligidas tras su detención del miembro del comando Madrid de ETA, Joxe Arregi.

Más costumbres: en mi caso, trabajar con la radio encendida lo que, por otra parte, sigo haciendo aún hoy en el tiempo de Internet. Así lo hacía, en mi pecera de la redacción, aquella tarde del lunes 23, en que las radios retransmitían en directo desde el Congreso la segunda sesión de la investidura de Calvo Sotelo. Ya había oscurecido. Me confundieron las primeras informaciones, ellas mismas confusas, del asalto; las primeras especulaciones sobre los asaltantes entre las que no faltó la que atribuía la autoría a miembros de ETA disfrazados. (Por cierto, esta teoría ha desaparecido de todos los recordatorios y efemérides publicadas, siquiera como anécdota o reflejo de una obsesión de aquel tiempo).

Bueno, la autoría e identidad de los asaltantes y sus pretensiones no tardaron en determinarse. Los movimientos de Milans del Bosch en Valencia daban a todo otra dimensión. No eran los únicos movimientos. En Hernani, población en la que hacíamos el periódico, la que se movía era la Guardia Civil; hasta la gasolinera de Carabel, primero; hasta el mismo polígono Eziago, donde estaba la sede de Egin, más tarde.

En el interior del periódico, los movimientos tenían dos direcciones: la de la radio y los teletipos para unos y la de la puerta de salida para otros. En la misma puerta convencí a más de uno para que se quedara. Íbamos a intentar sacar el periódico del martes. Nuestras familias llamaban para informarse y para informarnos.

Nadie dudaba de la gravedad de la situación ni de la incertidumbre que representaba estar en Egin; en el 551012. Mi mujer estaba en casa de sus padres, en Herrera; con mi hijo mayor, embarazada del segundo; y un Seat 600. Le pedí que se quedara donde estaba y eligió ir a nuestra casa, en Ayete. Y claro está, nada de ir por la circunvalación, el camino más corto, sino atravesando toda la ciudad: para ver más.

Con un grado de excitación del que uno solo es capaz de soportar cuando es veinteañero; con la conciencia de quien está viviendo un momento histórico; con la inconsciencia propia de un tiempo en el que cada día amanecía con la misión de superar la incertidumbre y el riesgo del día anterior, nos pusimos a hacer el periódico.

No sabíamos si llegaría a los kioscos y menos imaginábamos una edición posterior a la que nos condujo la evolución de los acontecimientos, interpretación del discurso del Rey incluido. Ya de día, el martes 24 nos pusimos a la tarea de la tercera edición. No tengo idea del resultado económico de la iniciativa, aunque es fácil deducir que sería ruinoso. Pero el impulso de ejercicio periodístico había resultado ser imparable.

Personalmente, fue el día más importante de mi vida profesional. En el camino, restos de bocadillos, regatas de vino y cerveza e incontables colillas. Aquel día 24 ya era mediodía cuando fui a dormir con la preocupación de en qué condiciones haríamos la edición del día siguiente. Miré con vértigo a las 24 horas que acababa de pasar, pensé que la vida valía la pena vivirla y tomé la decisión de dejar de fumar. Hoy, 33 años después, es seguramente mi principal evocación de aquel día en la que un torero con una pistola en la mano (primera versión de la BBC, creo) irrumpió en el Parlamento.

 

1 comentario:

  1. Conocí a Xabier Zabaleta y Basurto, Consultor de Comunicación hace 24 años.
    A los dos años mas o menos, conocí al amigo Xabier Zabaleta, y a los tres al Profesor Zabaleta.

    Ahora en este articulo de su blog, conozco al Periodista de Raza, como definen los expertos, a aquellos periodistas que vivian por y para su trabajo, que no conocian de horarios ni de festivos, entregados en cuerpo y alma a una manera de entener la profesión de periodista que hoy practicamente a desparecido.
    En un momento determinado, hace años en Vigo, conocí la realidad de esa profesión entre bohemia y heroica de la mano de los profesores, Franco y Zabaleta.

    Es una pena; hoy ese modelo de periodista esta mutando. Las nuevas tecnologias, las redes sociales, las camaras digitales y los smartphones, el periodismo ciudadano, los blogs, los confidenciales...y la crisis economica han acabado con ese periodismo que olia a tinta y a papel, con ese modo de entender el oficio tan ligado al caos de los cierres de edición, a la última noticia, a las exclusivas, al articulo de opinión.

    Recuerdo una frase que solia comentarme mi aita, creo referida a Winston Churchill, que más o menos decia que " el que de joven no es revolucionario, no es joven, y el que de mayor no es conservador es que se ha vuelto loco".

    Espero que el Profesor Zabaleta esté ahora a sus 62 años en este grupo de los cuerdos, y esta sea la razón de su visión más moderada y comedida de la vida desde el púlpito de un abuelo.
    Qué pena sin embargo del Zabaleta de las entrevistas en TV, del que debería sentar criterio y opinión desde un tabloide y no sólo en su blog o desde el Onco...No pierdo la esperanza de que esos proyectos o foros más públicos en los que se exprese la opinión vuelvan algun dia a hacerse suyos ( de lo contrario habrá que recordar aquí el pasaje evangélico del administrador leal y eficaz de los denarios frente al torpe que los guardó por si acaso...)

    Bien, dejo para el final mi última consideración;por lo que sé, después de Periodista de Raza, viene lo de Maestro de Periodistas, pero no se porqué siempre les dan el título cuando estan muertos, por lo que prefiero y deseo siga siendo solo Periodista de Raza y muy muy tarde Maestro de Periodistas.
    Por ahora con lo de Profesor ya le vale. Lo del Magisterio lo dejaremos para más tarde.

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