domingo, 30 de septiembre de 2012

SÁBADO

Despierto saboreando el sábado de ayer como uno de los más redondos que recuerdo. Y me permito compartirlo aquí aunque suponga romper una línea de reflexión que me ha acompañado, con altibajos, desde el primer día. Pero estoy contento y quiero hacerlo notar.

El de ayer fue, en muchos, muchos meses, el primer día que no me rozó el pesimismo asociado a la crisis económica y social que nos está tocando sufrir. Fue un día-isla para ser feliz y creo que conseguí serlo.

El sábado había empezado muy pronto, de madrugada, en la prolongación de la velada del viernes, con la disculpa de unas botellas de vino de Toro y la siempre estimulante compañía de Blanca y Juan, ex compañeros en el periódico, incansables agitadores culturales. Pamploneses, residentes ahora en Bilbao, son la perfecta expresión de la universalidad de la cultura, se exprese ésta en La Rochapea, en Miribilla, en Nueva York o en Tokio..

Estaban en Donostia por nuestro Festival de Cine del que desde hace muchos años son incondicionales y del que, a la vista de cómo les buscan, la atención con la que escuchan sus opiniones casi todos los demás veteranos, me confirma que son no solo referencia sino autoridad. Son parte insustituible del paisaje humano en un certamen que precisamente concluyó ayer después de nueve días muy brillantes.

(Estos días he disfrutado de una inteligente versión de Blancanieves, me he emocionado con Dans la maison, divertido con Argo, vivido una de sus historias mínimas con Carlos Sorín y reído expansivamente en Atraco. Ha habido más, mucho más, pero igual otro día me adentro en el territorio del comentarista de cine, que no crítico cinematográfico, al que las circunstancias me llevaron a ser en una breve etapa).

Había dormido poco el sábado cuando entré en el palacio del Festival a ver el pase matinal de la película que por la noche clausuraría la edición. El debut como director de Dustin Hoffman, la belleza de las imágenes y la música que las envolvía en una sencilla historia, premiada con dos largas ovaciones por quienes abarrotábamos la sala, me hizo sentirme optimista.

Casi dos horas de gimnasio, de bicicleta, y de elíptica pusieron el cuerpo al nivel del espíritu. Unos chipirones en su tinta verdaderamente extraordinarios, acompañados de un espléndido Riesling alsaciano, elevaron aún más el nivel de las sensaciones que había alcanzado la mañana. Materia y pensamiento casi al límite.

Apenas necesité siesta, más pendiente de la lectura de los periódicos a los que aún no había prestado la atención debida. Y llegaba la hora de preparar el que, de acuerdo con el programa, estaba llamado a ser el punto fuerte de la jornada: nuestro derby. La llegada a Anoeta del Athletic. 

La Real fue la que siempre queremos que sea y justificadamente este año esperamos que sea. La que nos dé alegrías y que con un centro del campo basado en Illarramendi, Zurutuza y Griezmann está llamada a ocupar un lugar destacado en nuestro panorama futbolístico. Quienes me conocen saben lo mucho que me importa el fútbol, mi pasión por la Real y pueden deducir la enorme satisfacción que me produjo ganar y hacerlo, además, jugando bien; muy bien en algunas fases del partido.

Una magnífica tortilla de patatas y un rioja de auténtica alta expresión nos condujeron por una breve transición, entre comentarios al palmarés del Festival cinematográfico y en pantalla gigante, al último hito televisado del día: la espectacular remontada del Barça en Sevilla, vivida al límite de la jornada sabatina, una satisfacción añadida para quienes guardamos una parcela blaugrana en el territorio del fútbol.

Mejor, imposible. Lo pensaba esta mañana de domingo soleado con la que se despide septiembre, en un paseo por la playa del que he llegado con ganas de contar; lo hago con la esperanza de que el efecto anticrisis dure, siquiera, hasta el lunes.



1 comentario:

  1. Me viene bien como guia para saber que peliculas tengo que ir a ver, aunque no esten valoradas todavía como "critico cinematografico".

    Pero que pena...,todo se acaba con la alegria que le produce al periodista el triunfo del Barça?

    Y la MATRICULA DE HONOR como calificaba El Pais a la nota de los auditores a Kutxabank? ( bien es cierto que nunca he visto tan poco valorada e inexpresiva esta noticia en los medios guipuzcoanos) es que X.Z. no tiene potencialidades para imponer un estilo propio, que ya conociamos y valorabamos para poner en positivo lo que incluso era imposible al convertir la negativo en oportunidad de noticia positiva? o será que C.R. no el 7, ya no manda...

    En fin y termino, podré volver a decir , YO ESTUVE EN FORONDA, y ví la unión de una fuerza politica importante para este Pais, y me sentí mayor ( hace 35 años estuve en San Miguel de Aralar y subí en bici desde Albi, para poder llegar a casa pronto,ya que mi compañera esperaba nuestro tercer hijo) y también sentí que aun cuando parece y a lo mejor es verdad que había unión, hoy pasadas 24 horas no sé... pero en fin estuvimos tres generaciones y eso no es malo. IZAN GINEN, GARA, IZANGO GARA, AITAREN ETXEA DEFENDITUKO DUT...

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